CRISOLDELTIEMPO

"Las uvas de la ira", la sin igual novela que inmortalizó el escritor John Steinbeck para dar a conocer al mundo entero la misería de los desheredados norteamericanos en los años 30 del siglo pasado tras el crack del 29, es la antesala pequeña hoy del gran salón del desastre económico, social, cultural, psicológico, humanístico y sobre todo político que está sufriendo el pueblo de U.S.A. por haberse dormido en la ciénaga de su conformismo e inmovilismo ilusionistas. Hoy el pueblo norteamericano de los EE.UU., de norte a sur y de este a oeste, ha empezado otra vez a poner en marcha "Las uvas de la ira", para extendenderlas por todo el país como un reguero de pólvora y revelarse contra ese sistema putrefacto que lo ha encadenado a su pobreza más desgraciada y espantosa. Ya son decenas de millones de personas las que han despertado y levantado en U.S.A. para derribar y cambiar el edificio nacional, tan deteriorado y ruinoso, por otro a construir nuevo de acuerdo con los cimientos indestructibles de los valores más altos, dignos, ricos y grandiosos.

La mayoría del resto de pueblos del mundo, con el europeo a su cabeza, debería intervenir también en auxilio y apoyo directos del pueblo norteamericano de U.S.A. hermano, más allá de solidarizarse con él en su lucha motriz interna imparable de demolición del sistema estatal global que lo ha anestesiado, alienado y otra vez desheredado mucho más allá de sus primeras "uvas de la ira". Sería una forma más de fraternidad universal directa de los pueblos en su lucha por cambiar todo aquello que vaya en contra de su progreso y evolución de Derecho natural justas.

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